miércoles, 11 de marzo de 2009

Milagro en La Playa La Punta. (Basado en una historia real)

Hace muchos años sucedió esto.
Quien me lo contó tenía aproximadamente 12 años.
Su nombre es Zes.

Comienza así.

Era un día excelente de verano dominguero Zes iría a la playa de la Punta en el Callao.

Pero, ninguna de sus hermanas quiso ir, ni su madre. Solamente él y su padre, Zes estaba entusiasmado como cualquier chiquillo.

Ambos se fueros en el antiguo carro de su papa, un Toyota del año 65, que ya no lo tiene.

Llegaros, se instalaron, colocaros las toallas, Zes se puso a jugar con las piedras, y bueno su papá se fue a nadar.

Pasaron 2 horas… y el padre de Zes no aparecía, él estaba muy preocupado para su edad. Miraba y miraba… pensaba, ¿donde estará?, volteaba y veía el viejo carro estacionado cerca de donde estaban. Se levantaba y miraba hacia el mar y nada. ¿Que extraño? Reflexionaba.

De repente aparece su padre, pero tenía un semblante terrible, pálido como un papel, se notaba agitado, excitado, como si hubiera nadado 5 vueltas a la isla San Lorenzo.

Pasó por su costado y se fue de largo, le pregunto ¿Dónde estabas pá? ¿Que te paso?, no obtuvo respuesta. Simplemente le dijo ¡Vámonos! Pero en un tono casi imperceptible, con la mirada vidriosa y perdida.

Zes obediente, recogió las 2 toallas, la bolsa, las sandalias, y corrió detrás de el.

Llegaros al carro, y su viejo se sentó en el volante, pero se notaba como zombie. Zes se asusto cuando comenzó a toser y a vomitar agua de mar. Y se quejaba pero no lloraba. Estaba a 1 centímetro de reventar en llanto, pero se contenía. Zes estaba muy asustado.

Cerro la puerta, puso las cosas en la maletera y se subió al carro al costado de su padre. Demoro en arrancar el carro pero finalmente salieron de ahí. Iban como en zigzag por las calles y avenidas, Zes estaba aterrado.

Iban por la Av. La Marina así…, hasta que llegaron a casa. Su padre estaciono el auto en forma pésima casi atravesado en la calle. Zes bajo del carro a la volada y toque el timbre de la casa, abrieron la puerta y su padre como fantasma entro y se fue directo al baño sin mencionar palabra alguna.

La madre de Zes se preocupo. Se pregunto que había pasado y le contó. Fue en ese instante que su padre salio del baño y se puso a llorar como un niño. Todos se asustaron. Su mama lo llevo a su cuarto. Subieron juntos y Zes y sus hermanas se quedaron abajo en el primer piso. Llamaros a un vecino que es Doctor.

Zes estaba muy asustado. Se quedo paralizado en la cocina. Para esto llamaron la abuela de Zes por parte de su padre, que en esa época estaba viva.

Al cabo de 3 horas, luego de verlo el doctor y luego de la llegada de la abuela, los llamaron a todos a la habitación de su papa.

Y les contó una historia sorprendente:

“Estaba en la playa y entre a nadar como siempre lo hago. Comencé a dar brazadas una tras otra, me adentre, fui detrás de donde rompe la ola y seguí nadando veía la gente muy chiquita, muy pequeña. De pronto no veía la costa, me desoriente. Intente retornar pero no pude. Luchaba y luchaba, veía gente pero estaba muy lejana. La corriente hizo también su parte, comenzó a jalarme hacia adentro, las corrientes de la Punta son muy traicioneras.

De repente sentí que las fuerzas me abandonaban, sentía que me iba a ahogar, que me iba a morir. Comencé a tragar agua salada, me sentía mal, pesado, sin fuerzas, estaba perdido, pensaba en ustedes, mi familia, y las cosas que no vería si moría, pensaba en mi mama, en mi hermano, en todo. Mi vida pasaba por mis ojos. No vería a mis nietos….

En eso sucedió algo maravilloso. Vi a un señor que nadaba cerca de mí. Yo estaba en las ultimas lo vi, pero no podía decirle nada, estaba sin fuerzas, pensé, ¡Ayúdeme! Pero no podía hablar, estaba a un milímetro de morir ahogado. Sin embargo el señor me miraba y me sonreía, y nadaba alrededor mío, era un señor de cabello canoso, tez rosada y ojos claros, azules diría yo.

De pronto estire mi brazo, mi mano, mi dedo índice, el señor se me acerco y con su dedo índice tocando el mío comenzó a jalarme, yo me deje llevar. Pensaba, estoy saliendo, me estoy salvando. Sentí que me jalaba pero solo con el dedo, como impulsándome hacia fuera.

En eso llegue a la orilla, me arrodille y comencé a recobrar las fuerzas, estaba muy agitado, muy agotado casi desmayándome.

Cuando recupere un poco el aliento, levante la mirada para agradecerle y no había nadie. El señor había desaparecido, se esfumo. Tal como apareció en el mar, desapareció. NO HABIA NADA.

Pensé, ¡QUE SUCEDIÓ! ¿Donde esta?, me levante a duras penas, y solo veía a la gente haciendo sus cosas, como si nada, siguiendo su vida propia de cada familia, sin percatarse de mi, que estaba casi a punto de desmayarme por la impresión de lo que me había pasado. Había sido salvado por algo que no puedo explicar.

En la universidad me enseñaron lógica. Pero, esto no tenía lógica. No puedo explicarlo pero si puedo contarles los hechos.

¿Explicación? No tengo. ¿Conclusión?, pues estoy vivo.”

Hubo un silencio en la habitación. Su padre había relatado algo increíble. La abuela interrumpió el silencio: ¿canoso, alto, ojos claros, tez rosada? Yo creo mi hijito que ese que te salvo era tu papa.

La abuela de Zes, se había casado con el abuelo, pero este falleció cuando sus tíos y su papá eran pequeños, es imposible que su padre lo recuerde porque falleció cuando tenía 5 años.

Esta es la historia de aquel verano de Zes. Antes del incidente su padre iba detrás de las olas y nadaba por largos ratos, luego del incidente, máximo si se remoja en la orilla, desde ese incidente, ellos le tienen mucho respeto al mar, pero su padre, a pesar de los años, aun no encuentra explicación para lo que le paso.

Incluso hoy en día luego de casi 25 años, sigue la incógnita.

¿Qué opinan?


[Se imaginan, todos rodeados de Ángeles que nos protegen, así como en la película Un Ángel Enamorado, City of Angels]

2 comentarios:

  1. wow. pues que me ha sacado mas de una lagrima, muy buena historia muy conmovedora,, pues yo no se me inclino a pensar en un angel o dios

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  2. pues opino que claro que existen los ángeles... claro que nos rodean.. nos cuidan.. nos ayudan.... Y si, yo creo que fue un ángel que salvo a ese sr... =) Que bendición tan grande... =) Me da regocijo saber que Dios se manifesto en su vida a traves de su padre... =)


    Amigo te espero en casa para hecharnos un cafecito... ;) saludos!

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